La pesca sostenible realiza la actividad pesquera de forma respetuosa con el mar y garantiza el mantenimiento de las especies. Es un tipo de pesca que proviene de caladeros sostenibles, utiliza técnicas respetuosas manteniendo un estricto control y claridad en el etiquetado con garantía de trazabilidad gracias a la cadena de custodia.
Según un estudio de la FAO, la agencia de las Naciones Unidas para la Alimentación, el 34,2% de las pesquerías de todo el mundo están siendo explotadas por encima de sus niveles sostenibles. Esta sobrepesca pone en riesgo a los océanos que ocupan más del 70% de la superficie del planeta y se encargan de regular el clima y proveernos de oxígeno. Además, son clave como fuente de alimento y son el medio de vida de un décimo de la población mundial.
Apostar por la pesca sostenible tiene un impacto directo en los mares, se evita la sobreexplotación de la pesca para que las especies puedan continuar reproduciéndose y se respeta también su impacto directo en el ecosistema marino.
Marine Steward Council (MSC) es la organización internacional cuyo objetivo es proteger la salud de los océanos a través de un programa de certificación de pesca sostenible que incentive y garantice un mercado de productos del mar sostenibles. Para ello, MSC audita tanto al caladero como a las empresas implicadas en el proceso de manipulación del pescado.
Los factores tenidos en cuenta en la certificación son:
- La situación del stock. Se garantiza el estado de las poblaciones de peces, se controla la cantidad de pesca y la sostenibilidad.
- El impacto en el medio ambiente. Se evitan capturas accidentales de otras especies, así como aves que se ven perjudicadas durante la pesca y el impacto sobre el ecosistema marino y los hábitats. La pesca debe garantizar que el ecosistema permanece sano.
- La gestión completa del proceso: desde que se realiza la captura hasta que llega al mostrador de la pescadería. En definitiva, una gestión que se adapte a los cambios del medio marino y que cumpla con la normativa vigente.