Huevos mollet Eroski SELEQTIA con espinacas y gratinado de salsa mornay

Precalentar el horno a 200 ºC. Pelamos y cortamos las cebolla en dados.  Añadimos la mantequilla a una sartén y cuando se haya fundido incorporamos la cebolla y la sal, freíamos hasta que adquiera un ligero tono dorado.  Añadimos las espinacas y rehogamos durante 2 minutos más. Ponemos abundante agua en una olla grande y cuando rompa a hervir añadimos los huevos con cuidado de que no se rompan.  Cocemos durante 5 minutos. Retiramos de la olla, los refrescamos con agua fría y pelamos. Batimos las yemas de huevo con la nata. Reservamos. Colocamos la mantequilla en un cazo y fundimos, incorporamos la cebolla y rehogamos hasta que comience a dorarse.  Añadimos la harina y cocinamos durante 2 minutos con ayuda de unas varillas. Vertemos la leche sin dejar de batir en dos veces, salpimentamos y sazonamos con la nuez moscada.  Cocinamos durante 10 minutos sin dejar de batir con las varillas hasta obtener una crema untuosa, suave y sin grumos. Añadimos el queso rallado y cocinamos sin dejar de remover hasta que se haya fundido e integrado en la salsa. Retiramos del fuego y mezclamos con las yemas. Colocamos nuevamente en el fuego y cocinamos sin dejar de remover hasta que esté a punto de hervir, pero sin dejar que lo haga. Colocamos las espinacas y la cebolla en el fondo de una fuente de hornear, añadimos los huevos y cubrimos con la salsa bechamel, espolvoreamos con el queso gruyere y horneamos durante 5 minutos o hasta que adquiera un ligero tono dorado. Servir de inmediato.